El principal reto en este proyecto era encontrar la manera de encapsular un agente desinfectante para prolongar su efecto en su exposición al agua.
El punto de partida para el desarrollo de este nuevo producto fueron las pastillas desinfectantes. Estas pastillas debían cumplir las especificaciones legales una vez iniciada su utilización, por lo que la liberación del principio activo debe liberarse de forma controlada y siempre bajo márgenes legales.
La encapsulación propuesta por GDE debía presentar una alta resistencia a compuestos orgánicos y una estabilidad de hasta cinco años, manteniendo las propiedades del producto y mejorando la actividad del mismo en su funcionalidad final.
Se buscaba disponer de un producto funcional especializado en la dosificación del agente desinfectante, manteniendo la concentración de cloro total en el medio controlado en todo momento.