Las administraciones públicas pueden hacer (y hacen) mucho por el desarrollo del I+D+i en España. Uno de los instrumentos más valiosos en este sentido es la compra pública innovadora. ¿Conoces sus fundamentos, funcionamiento y cómo impulsa la innovación empresarial? Las claves de ella, las encontrarás a continuación.
¿Qué es la compra pública innovadora?
Según el propio Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la compra pública innovadora se define como una actuación administrativa para fomentar la innovación y, por tanto, impulsar el desarrollo de nuevos mercados innovadores desde la demanda.
Es decir, son un conjunto de políticas públicas destinadas a que se desarrollen soluciones, productos y servicios innovadores que sean de utilidad para las entidades públicas, decidiéndose estas últimas a adquirirlos.
La compra pública innovadora viene amparada jurídicamente por la Ley 30/2007 de Contratos del Sector Público (LCSP), la Ley 2/2011 de Economía Sostenible (LES) y la Ley 14/2011 de Ciencia, Tecnología e Innovación.
¿Cuántos tipos de compra pública innovadora existen?
Podemos distinguir dos clases de compra pública innovadora:
- Compra Pública de Tecnología Innovadora (CPTI), mediante la que se adquiere una solución que aún no está desarrollada cuando se materializa la compra, pero que puede comercializarse en un plazo apropiado.
- Compra Pública Precomercial (CPP), en la que la administración pública comparte con las empresas las ventajas y riesgos del desarrollo de las nuevas soluciones, no teniendo un uso exclusivo de estas.
¿Qué finalidad tiene la compra pública innovadora?
Con este instrumento, se cumple básicamente una doble función. Por una parte, que las administraciones públicas ofrezcan los mejores servicios posibles a la ciudadanía y las empresas; por otra, incrementar el desarrollo tecnológico de las propias empresas a las que adquieren sus soluciones.
Algo que podemos desglosar en estos puntos:
- Impulsar la obtención de mejores soluciones mediante I+D+i.
- Promover la innovación empresarial a través de la escucha activa.
- Mejorar la calidad de los servicios públicos.
- Agilizar la transformación digital de municipios pequeños que pueden tener más complicado materializar el proceso.
- Fomentar la investigación, ya que esta se verá recompensada debidamente.
- Impulsar la comercialización y exportación de las soluciones, haciendo del mercado local la plataforma de lanzamiento.
Incentivos por parte de las administraciones
Las administraciones públicas pueden fomentar la compra pública innovadora a través de mecanismos en sus licitaciones como son:
- Bonificaciones apropiadas.
- Criterios de adjudicación que incluyan la demostración in situ de su solución, evitando la clásica memoria técnica.
- Introducción de mejoras en el momento de ejecutar el contrato.
4 consejos para abordar la compra pública innovadora
Llegado el momento de afrontar esta compra, podemos distinguir una serie de buenas prácticas muy a considerar por parte de las entidades públicas, que son:
- Identificar las necesidades: dar a conocer los planes de compra y las necesidades, dando así un margen aceptable a las empresas para que desarrollen las soluciones oportunas.
- Consultar al mercado previamente: comprobar las soluciones ya disponibles preguntando a los agentes principales.
- Involucrar a todos los actores: usuarios, personal técnico, legal… y apostar por su participación.
- Dejar al mercado trabajar: que las empresas propongan soluciones e ideas innovadoras libremente.
¿Qué iniciativas principales contribuyen a la compra pública innovadora?
La apuesta por la compra pública innovadora es palpable si atendemos a iniciativas como las propias del CDTI. Una de ellas es la Oficina de Compra Pública Innovadora (OCPI), abierta desde 2018, centrada en la Compra Pública Precomercial (CPP).
La OCPI se hace con servicios que seguramente deriven en prototipos adaptados a las necesidades de las administraciones públicas. Un prototipo que se cederá a la entidad interesada, aportándole así el escenario ideal para probarlo, sin ningún fin comercial.
Además, el CDTI cuenta con el programa Innodemanda, que financia el desarrollo de la innovación requerida a la empresa adherida al programa a través de la licitación oportuna.
No hay discusión alguna de que la compra pública innovadora es un apoyo sólido para el crecimiento del tejido empresarial español a partir del desarrollo tecnológico. Una clara muestra más del valor de la colaboración público-privada.
Por parte de GDE, seguimos trabajando como nexo de unión y vía de comunicación entre ambos entornos. Entre otras acciones, ayudando a las empresas a conseguir las ayudas y bonificaciones que las administraciones ponen a su alcance, incluidas las relacionadas con la compra pública innovadora. ¿Estás interesado en ellas? Contacta desde ya con nosotros.
